Dos salidas nulas, una protagonizada por ella misma, puso a todas las contendientes en la segunda serie en peligro de ser descalificadas en cuando cometieran un nuevo fallo, quienquiera que fuese, y fue Ruth Beitia quien se escapó, por siete milésimas (093).
"Me he quedado chuflada", confesó a EFE con vocablo de su invención, "porque tenía mucha ilusión por hacer el pentathlon. Mi objetivo era, primero recuperar la ilusión por el atletismo después del bajón de los Juegos de Pekín, y luego divertirme aquí. Me apetecía mucho. ¡Qué pena!".
Beitia reconoció que el séptimo puesto de Pekín fue una gran frustración para ella. "Llegué al 120 por ciento y tal vez me pasé. Con el tiempo he llegado a estar contenta con aquél séptimo pero quería algo más. Tuve un bajón importante porque era la ocasión de mi vida".
La plusmarquista española de altura sólo ha entrenado la prueba combinada este año, pese a lo cual ya ha saltado 1,98. "Tal vez haya sido precisamente por eso, pero lo cierto es que he fallado y ahora tengo que ir al plan B: esta tarde en altura (especialidad en la que ya tiene siete títulos) y mañana en longitud (en la que puede subir al podio)".
Beitia no considera un tiempo perdido el que ha dedicado al heptathlon pese a que no haya podido, siquiera, empezarlo. "He recuperado la ilusión después del palo de Pekín, y ahora lo importante son los Mundiales de Berlín", indicó.
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